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Entre puentes: Santurce y sus transformaciones

Actualizado: 20 may 2021



Enrique Vivoni Farage PhD y Mary F. Gallart Calzada PhD



Con el derribo de la muralla de San Justo en 1895, la de Santiago en 1898 y la nueva dominación estadounidense, San Juan impulsó su desarrollo mucho más allá de la isleta. En los cuatro kilómetros desde el puente San Antonio, en la parada 10 hasta el puente Martín Peña en la parada 27, la Carretera Central marcó el trazado de las varias urbanizaciones que dieron vida a Santurce.


El suburbio se comenzó a plasmar de forma lineal desde fines del siglo XIX. En 1892 los ingenieros de la Corona Española prepararon el plano de desarrollo con parques, plazas, avenidas, bulevares y manzanas trazadas con suma racionalidad sobre una topografía accidentada. Sin embargo, la Guerra Hispanoamericana detuvo todo intento de ejecutar este plan por parte de las autoridades gubernamentales.


Con el nuevo siglo se impulsó el desarrollo del sector a urbanizar, que ya contaba con algunas edificaciones de importancia, población y comercios. Geográficamente, la región gozaba de bajuras aledañas a playas y de altos hacia el sur de la península. Su condición climática y de terreno favoreció la siembra y cosecha de cocos en las partes bajas cerca del mar, al norte, y del caño al sur, mientras que los altos eran favorecidos para los asentamientos. El desarrollo de Santurce fue el resultado de iniciativas privadas que siguieron unos hitos institucionales construidos durante la segunda mitad del siglo XIX. Los trabajos sobre Santurce de Aníbal Sepúlveda y Jorge Carbonell describen su desarrollo urbano y los de Julio Damiani Cosimi su estructura social. Además, en su publicación Fernando Picó investigó las voces de la gente de Santurce durante el período entre 1930 y 1950.



Es el interés de los autores suplementar y sintetizar las anteriores mediante el estudio del crecimiento de Santurce como desarrollos privados que se construyeron durante el siglo XX. Estas urbanizaciones fueron poblando el sector, al aprovechar la importancia de los edificios de carácter educativo y recreacional, construidos a lo largo de la Carretera Central que, en 1908, se rebautizar. con el nombre de avenida Juan Ponce de León.


El objetivo de este trabajo es presentar a Santurce desde los recursos disponibles en el Archivo de Arquitectura y Construcción de la Universidad de Puerto Rico (AACUPR) que permite otear de forma novel y establecer un contrapunteo entre las diferencias y similitudes encontradas a través del paso del tiempo. Las colecciones en el AACUPR muestran el rápido desarrollo urbano de Santurce, y también sus transformaciones, como un sector vivo y plasmado de interacciones de todas las clases sociales que lo habitaban. También echaremos una mirada al desplazamiento de sus moradores con los nuevos desarrollos.


El libro se organizó con una lectura desde el puente San Antonio hacia el puente Martín Peña. Es un recorrido de cubre desde la parada 13 hasta la parada 27 por la avenida Ponce de León. Aunque no es una organización cronológica, el recorrido cubre un período de más de 100 años en el desarrollo de este tramo de Santurce.



El libro tiene en cuatro capítulos que responden a los desarrollos urbanos que se crearon para poblar la avenida Ponce de León, entre los puentes San Antonio y Martín Peña.


El primer capítulo, De Carretera Central a Avenida Ponce de León, introduce el desarrollo de la Carretera Central durante los siglos XIX y XX. Durante ese período, hubo algunas construcciones privadas de importancia a lo largo de la Carretera, pero su desarrollo mayor fueron las edificaciones educativas, como el Colegio Sagrado Corazón en la parada 15 de Miramar y el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza en la parada 20. Estas dos estructuras sirvieron de “ancla” para que durante el siglo XX se desarrollara este tramo de Santurce y varias otras instituciones educativas.


El capítulo dos, El Santurce pintoresco y el capítulo tres, El Moderno Versalles, presentan dos aspectos de Santurce. El Santurce pintoresco representa los terrenos y las edificaciones construidas para las clases populares. El desarrollo de la finca “El Reloj” de la familia Figueroa de Villalba se discute como representativo del Santurce pintoresco. El Moderno Versalles –vocablo confabulado por Cayetano Coll y Toste para describir las grandes casas construidas a lo largo de la avenida Ponce de León– ofrece la oportunidad de estudiar a fondo las vidas y obras de las familias Giorgetti y Calaf, entre otras. Estos estudios de casos son importantes para contestar las interrogantes de las situaciones económicas, sociales y culturales que les permitieron llegar a formar parte del Moderno Versalles.


El cuarto y último capítulo, El rol nivelador de la avenida Ponce de León, estudia la nivelación socio-económica con el auge de la clase media. Es posible entender este fenómeno a través de los desarrollos comerciales y residenciales que incluyen una gran concentración de salas de cines, que identifica a la avenida Ponce de León como el Broadway santurcino.

El desarrollo comercial de Santurce, entre los años de 1930 a 1970, fue un fenómeno que completó el poblamiento de la avenida Ponce de León con otros propósitos distintos a los, hasta entonces, privados y residenciales. De igual manera surgieron edificios de apartamentos que acomodaron el rápido desarrollo de la .poca, el cual se dificultaba con las viviendas unifamiliares. Durante la segunda mitad del pasado siglo, Santurce pasó por el ciclo ocurrido en el San Juan de las murallas, la migración hacia nuevos suburbios. Su aparente abandono durante las décadas de 1990 y 2000 es confrontado con una pujanza que lo ha llevado a reinventarse una vez más.

 

Enrique Vivoni Farage PhD es arquitecto graduado de la Escuela de Arquitectura de la UPR, su maestría y doctorado en Arquitectura los obtuvo de la Universidad de Pensilvania. Es catedrático jubilado de la Escuela de Arquitectura donde se graduó, fue el fundador y director del AACUPR – el Archivo de Arquitectura y Construcción de la Universidad de Puerto Rico. Entre sus publicaciones se encuentran: Mira la mar, Miramar - editor y Klumb. Una Arquitectura de impronta social – editor, autor de Diccionario biográfico: Libaneses en Puerto Rico, entre muchos otros artículos y ensayos sobre arquitectura puertorriqueña y corsa. Es miembro de Academia de Artes y Ciencias, la Academia Puertorriqueña de Historia, Advisory Board on Historic Zones and Sites, PR Planning Board, Asociación de Historiadores del Caribe, Asociación Puertorriqueña de Historiadores, Society of American Archivists, Society of Architectural Historians, Red de Archivos Históricos de Puerto Rico (ARCHIRED) y el Colegio de Arquitectos y Arquitectos Paisajistas de Puerto Rico. Ha recibido varios premios y menciones por sus investigaciones y publicaciones en el campo. En la IX Bienal de Arquitectura y Arquitectura Paisajista por su publicación: Henry Klumb y la Exuberancia Poética en la Arquitectura.


Mary F. Gallart Calzada PhD, nació en Guayama y recibió su doctorado en Historia de la Universidad de Puerto Rico en 1992. Es catedrática jubilada de la Facultad de Estudios Generales de la Universidad de Puerto Rico. Ha publicado varios libros, entre ellos: Janus y el tren de circunvalación en 2019, Casa de mujeres en 2014, De puño y letra en 2012, Jaime Benitez y la autonomía universitaria en 2011, entre otros.


Entre ambos han publicado: Diccionario biográfico Corsos de Puerto Rico en 2016, junto a Vivoni y Dragoni, Blas C. Silva Boucher: Intimidades de un ingeniero en 2019 y Entre Puentes: Santurce y sus transformaciones en 2020, entre muchas colaboraciones que han realizado juntos.


Ambos forman un equipo de investigación sobre la Arquitectura e Historia de Puerto Rico de los siglos XIX y XX. Han trabajado varios textos sobre el tema, tanto de Puerto Rico como de Córcega.

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