Enrique Vivoni Farage PhD y Mary F. Gallart Calzada PhD
Con el derribo de la muralla de San Justo en 1895, la de Santiago en 1898 y la nueva dominación estadounidense, San Juan impulsó su desarrollo mucho más allá de la isleta. En los cuatro kilómetros desde el puente San Antonio, en la parada 10 hasta el puente Martín Peña en la parada 27, la Carretera Central marcó el trazado de las varias urbanizaciones que dieron vida a Santurce.
El suburbio se comenzó a plasmar de forma lineal desde fines del siglo XIX. En 1892 los ingenieros de la Corona Española prepararon el plano de desarrollo con parques, plazas, avenidas, bulevares y manzanas trazadas con suma racionalidad sobre una topografía accidentada. Sin embargo, la Guerra Hispanoamericana detuvo todo intento de ejecutar este plan por parte de las autoridades gubernamentales.
Con el nuevo siglo se impulsó el desarrollo del sector a urbanizar, que ya contaba con algunas edificaciones de importancia, población y comercios. Geográficamente, la región gozaba de bajuras aledañas a playas y de altos hacia el sur de la península. Su condición climática y de terreno favoreció la siembra y cosecha de cocos en las partes bajas cerca del mar, al norte, y del caño al sur, mientras que los altos eran favorecidos para los asentamientos. El desarrollo de Santurce fue el resultado de iniciativas privadas que siguieron unos hitos institucionales construidos durante la segunda mitad del siglo XIX. Los trabajos sobre Santurce de Aníbal Sepúlveda y Jorge Carbonell describen su desarrollo urbano y los de Julio Damiani Cosimi su estructura social. Además, en su publicación Fernando Picó investigó las voces de la gente de Santurce durante el período entre 1930 y 1950.
Es el interés de los autores suplementar y sintetizar las anteriores mediante el estudio del crecimiento de Santurce como desarrollos privados que se construyeron durante el siglo XX. Estas urbanizaciones fueron poblando el sector, al aprovechar la importancia de los edificios de carácter educativo y recreacional, construidos a lo largo de la Carretera Central que, en 1908, se rebautizar. con el nombre de avenida Juan Ponce de León.
El objetivo de este trabajo es presentar a Santurce desde los recursos disponibles en el Archivo de Arquitectura y Construcción de la Universidad de Puerto Rico (AACUPR) que permite otear de forma novel y establecer un contrapunteo entre las diferencias y similitudes encontradas a través del paso del tiempo. Las colecciones en el AACUPR muestran el rápido desarrollo urbano de Santurce, y también sus transformaciones, como un sector vivo y plasmado de interacciones de todas las clases sociales que lo habitaban. También echaremos una mirada al desplazamiento de sus moradores con los nuevos desarrollos.
El libro se organizó con una lectura desde el puente San Antonio hacia el puente Martín Peña. Es un recorrido de cubre desde la parada 13 hasta la parada 27 por la avenida Ponce de León. Aunque no es una organización cronológica, el recorrido cubre un período de más de 100 años en el desarrollo de este tramo de Santurce.
El libro tiene en cuatro capítulos que responden a los desarrollos urbanos que se crearon para poblar la avenida Ponce de León, entre los puentes San Antonio y Martín Peña.
El primer capítulo, De Carretera Central a Avenida Ponce de León, introduce el desarrollo de la Carretera Central durante los siglos XIX y XX. Durante ese período, hubo algunas construcciones privadas de importancia a lo largo de la Carretera, pero su desarrollo mayor fueron las edificaciones educativas, como el Colegio Sagrado Corazón en la parada 15 de Miramar y el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza en la parada 20. Estas dos estructuras sirvieron de “ancla” para que durante el siglo XX se desarrollara este tramo de Santurce y varias otras instituciones educativas.
El capítulo dos, El Santurce pintoresco y el capítulo tres, El Moderno Versalles, presentan dos aspectos de Santurce. El Santurce pintoresco representa los terrenos y las edificaciones construidas para las clases populares. El desarrollo de la finca “El Reloj” de la familia Figueroa de Villalba se discute como representativo del Santurce pintoresco. El Moderno Versalles –vocablo confabulado por Cayetano Coll y Toste para describir las grandes casas construidas a lo largo de la avenida Ponce de León– ofrece la oportunidad de estudiar a fondo las vidas y obras de las familias Giorgetti y Calaf, entre otras. Estos estudios de casos son importantes para contestar las interrogantes de las situaciones económicas, sociales y culturales que les permitieron llegar a formar parte del Moderno Versalles.
El cuarto y último capítulo, El rol nivelador de la avenida Ponce de León, estudia la nivelación socio-económica con el auge de la clase media. Es posible entender este fenómeno a través de los desarrollos comerciales y residenciales que incluyen una gran concentración de salas de cines, que identifica a la avenida Ponce de León como el Broadway santurcino.
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